La Part dels Àngels
No sabía mucho de vino hace veinte años. Decidí dejar de vivir de mis estudios y establecerme en Barcelona para traer vinos franceses que la gente apenas conocía en la ciudad.
Después de una corta etapa de trabajo y aprendizaje en el viñedo y en bodegas de Borgoña, en el año 2001, abrí mi tienda de vinos franceses.
A la vez, empecé a viajar para estar con las personas que hacen el vino, conocer sus viñedos, y aprender de ellos.
Abrí también una sala de degustación. Había que compartir y explicar, sin olvidarse del significado que tiene el vino como símbolo de hospitalidad.
Mi selección de vinos empezó en Borgoña, con curiosidad y pasión por esta región vitícola y por la complejidad de sus terroirs. Estos vinos me llamaban la atención por su personalidad y por su finura. Me permitían enseñar un estilo complementario a los mejores vinos producidos en España.
Con el paso de los años, he necesitado ampliar horizontes!!!
Mi sensibilidad ha ido cambiando, más en consonancia con el respeto por el medio ambiente, la naturaleza y la salud, pero sin renunciar a un mismo tipo de exigencia en la calidad de los vinos.
Hoy miro con cariño a los viticultores que intentan proteger el ecosistema de la viña, que cuidan el suelo y cultivan la biodiversidad, en busca de salud para la planta y de equilibrio para el vino.
Mi bagaje de conocimientos no sería posible sin la ayuda, empatía y generosidad de los viticultores. Tampoco hubiera podido trabajar tantos años de mi pasión sin la confianza y la fidelidad de muchos clientes y amigos.
Me gustaría creer que, con mi trabajo y selección de vinos, he podido aportarles también algo personal como compensación a lo mucho que he recibido de ellos.